Los paisajes castellanos tienen un gran horizonte, muy diferente a los países europeos o japoneses, que son países muy urbanizados, muy superpoblados, paisajes sin horizontes, donde no es posible la sensación de soledad, y donde no cabe ese supuesto nomadismo, que es caminar sin encontrar nunca el horizonte. Este verano estuve en el castillo de Gormaz, y la hondura de horizontes que desde allí se ve sólo la he encontrado en el desierto del Sahara, en las sabanas africanas, en la India.
Fernando Sánchez Dragó, recogido en Ana Mª Bel y M. Molinero, Más allá de la vieja memoria, Consejo General de Castilla y León, 1982..